Conociendo las propiedades del los elementos, los científicos los combinan o manipulan para crear productos ideales y con las características que ellos desean.
Ya desde la prehistoria se han usado los materiales según sus propiedades, pero ahora primero se piensa en las propiedades que se desean para un producto y luego con los materiales adecuados se diseña. ¡Es justo al revés! Así crean nuevos materiales manipulando o mezclando los elementos y así se producen inventos mejores.
La NANOTECNOLOGÍA consiste en trabajar con átomos y moléculas de materiales. A esta escala, que se mide en nanómetros, los científicos han hallado que a menudo, los materiales funcionan mejor y tienen ventajas añadidas.
Antes, el protector solar a base de un compuesto de titanio parecía pintura blanca, pues sus grandes partículas reflejan mucha luz solar. Pero si utilizas nanopartículas del mismo compuesto, son tan pequeñas que el filtro solar cumple su función pero resulta invisible.
Los materiales inteligentes son sensibles y reaccionan a los cambios en su medio. Por ejemplo, unas gafas superelásticas hechas de níquel y titanio, pueden recuperar su forma original después de doblarlas.
Se pueden crear nuevos materiales recombinando los que ya conocemos. Por ejemplo, las fibras de carbono son muy resistentes pero muy rígidas. Si las mezclas con plástico, tendrás un material flexible cuatro veces más resistentes que el acero, como el que se usa para las raquetas de tenis.